Omán es un país que sorprendería a muchos por la amabilidad de su gente, sus playas paradisiacas sin ningún alma, naturaleza bella y salvaje, un entorno que puede parecer hostil por sus tierras desérticas pero que a la vez crean un remanso de paz. Omán es una tierra bella también por sus contrastes, tenemos la parte árida en el este que no tiene nada que ver con la parte de Salalah, que con las lluvias monzónicas se vuelve todo verde. Otro contraste que destaca es que un país rico como Omán, igual que sus vecinos por el petróleo y el gas, no lo percibes paseando por sus calles y la arquitectura de sus edificios, la vida de sus habitantes es simple y tranquila. Omán no ha cambiado mucho, bueno, mejor dicho, ha progresado bastante desde los 70 u 80, porque realmente era un país muy pobre como sus vecinos árabes, pero no se ha transformado en otro país como Emiratos árabes en referencia a Dubai, que no tienen nada que ver con su pasado. Omán ha progresado, sí, por ejemplo sus vías de comunicación como las carreteras, el nivel de vida de los omaníes, su capital Mascate, que puede ser lo único que realmente ha sufrido la transformación más grande, pero el país en general se puede decir que conserva su estilo de vida. Todo esto es Omán, un paraíso desconocido.
Yo crucé la frontera por carretera desde Emiratos Árabes, es decir, por el desierto. Como he comentado antes, el contraste entre Dubai y Mascate es grandísimo, ya no digo nada si lo comparamos con el resto de poblaciones. Sí en Dubai son rascacielos y grandes Hoteles de cinco estrellas en plan de grandes y lujosos complejos turísticos, Mascate se podría considerar (exagerando), es un pueblo grande o una ciudad pequeña, que se parece en todo caso al Dubai de antes de su gran expansión y la construcción de sus grandes edificios, hace más o menos ya cuarenta años.
En Mascate se pueden ver calles con edificios aislados sin nada alrededor, llama mucho la atención, sobre todo para nosotros los españoles, ya que nuestras ciudades en contraposición con el norte de Europa o Estados Unidos, uno entiende perfectamente donde acaban o empiezan, incluso cuando no es así, es por todo lo contrario, en algunas ciudades en España y algunas importantes a nivel internacional, es tal la construcción de negocios, polígonos y edificaciones de todo tipo entre ciudades, que desconocemos donde acaba una y donde empieza la siguiente.

Esto es un barrio, no está en el centro pero tampoco en la periferia, parece que estamos ya fuera de la ciudad
Omán ha sido un país que me lo he recorrido prácticamente haciendo autostop y acampando en los diferentes sitios por donde iba pasando, organicé dos bases, una en el este de país, en la capital Mascate, la otra en el Oeste, junto a la frontera de Yemen, en Salalah, a una distancia una de otra de unos 1000 km. Incluso, la primera base la seguí usando después de abandonar el país, dejando equipaje que no necesitaba y que recogí seis o siete meses después.
Normalmente cuando haces autostop, pasan una o dos horas de media hasta que alguien te para, en Omán eran cinco minutos, ¿qué quiero decir con esto?, pues…, quiero transmitir la amabilidad de la gente, incluso había coches que me paraban sin yo hacerles ningún tipo de señal, hasta hubo un conductor que me llegó a dar dinero, no era una gran cantidad, unos 20 € más o menos, pero para mí significo mucho, más que el valor monetario, era la amabilidad, la alegría con la que me recibió el país, eso para mí valía más que los 20 € en sí. También tengo que decir que económicamente lo agradecí mucho, ya que vivo al día, cualquier pequeña cantidad suma.
En Omán yo he acampado en playas paradisiacas y desérticas, en montañas impresionantes, con unas vistas espectaculares, y aunque no soy musulmán, agradecí que en lugares donde no existe ningún tipo de construcción puedes encontrar fácilmente una mezquita totalmente aislada. Estas mezquitas eran los lugares donde yo encontraba agua para beber, me duchaba, lavaba y tendía mi ropa. Los imanes o responsables de guardar y cuidar estas mezquitas pequeñas (desconozco si se les puede considerar imanes o simplemente encargados), eran personas muy amables, eran personas muy sencillas y que carecían de comodidades, no tienen nada que ver con los imanes de las grandes mezquitas, ya que además de vivir con bastantes más comodidades, estos ni las limpian ni las vigilan, tienen muchos trabajadores para estas tareas, ellos se dedican simplemente a la oración.
Bajo estas líneas podéis observar algunos de los lugares por donde he ido acampando, muy diferentes unos de otros, pero todos una maravilla.
En estas mezquitas yo era recibido con los brazos abiertos, a veces dejaba mi equipaje durante días y luego volvía a por él. Una vez llegué de noche a un pueblo con nueve habitantes, no había más, era un pueblo en la montaña, donde a veces podías ver las nubes por debajo. El pueblo no tenía iluminación, pero como he comentado antes tenía su mezquita. Yo estaba buscando un sitio para acampar, estaba mirando cerca de la mezquita, empecé a limpiar un sitio alumbrando con mi linterna para poder quitar las piedras y poner la tienda, cuando de repente un hombre mayor se me acerca, esta persona tenía un aspecto poco cuidado, tanto por sus ropas como por su rostro, muy curtido. Cuando llegó junto a mí se presentó como el imán de la mezquita, me preguntó si necesitaba algo, le dije que no, que simplemente iba a montar mi tienda y a dormir. El hombre insistió y me dijo que le acompañara a una casa cerca de la mezquita, me preguntó qué si tenía hambre, le dije que no, que todo estaba perfecto, pero no le importó y se puso a cocinar para mí, increíble, él ya había cenado, pero… mientras cenaba estuvimos hablando bastante tiempo, fue una gran experiencia. Son detalles que nunca olvidaré, este hombre se iba a acostar, no tenía necesidad de hacerme nada, pero se veía que le salía natural de su corazón puro.

Con este señor no pude hacerme una foto, esta es de otro imán muy amable también, me permitía dejar mi equipaje en su habitación por el día, además de como he dicho antes me podía duchar todos los días, lavar mi ropa, cuando necesitaba agua para beber la tomaba también de la mezquita, era perfecto. Luego por la noche dormía en la playa en mi tienda
Yo me sentía en Omán como un peregrino de los relatos de la biblia, caminantes que iban de una población a otra por caminos polvorientos, que eran acogidos o ayudados por personas de las distintas poblaciones por donde iban pasando. La gente sin conocerme me abrían las puertas sus casas, me ofrecían de comer, etc. Pero una de las cosas que yo destacaría fue con la alegría que entablaban conversación conmigo, como si fuera un amigo que no vieran desde hace mucho tiempo. Estas experiencias no tienen precio.
Por ejemplo, otra experiencia más que recuerdo con mucho agrado fue la siguiente. Yo iba caminando cuando llegué cerca de una casa humilde, a pocos metros había un árbol que daba una buena sombra, me pareció que era el sitio ideal para descansar y comer algo. Yo estaba ya sentado sacando algo de comer de la mochila, cuando se abre la puerta de la casa y sale una mujer y sus niños. Tanto la mujer y sus hijos (eran tres, la mayor podía tener ocho años más o menos), salieron con una sonrisa muy grande y natural en la cara, una sonrisa que transmitía mucha energía positiva. Los niños me rodearon, me sonreían y no paraban de mirarme, me saludaron todos y me preguntaron qué si quería comer, me dijeron que me asomara por la puerta para ver la comida que estaban cocinando en ese momento, que viera si me gustaba o no, les dije que sí, que olía fenomenal, que muchas gracias. Me preguntaron qué de dónde era, les dije que era español y que estaba dando la vuelta al mundo.
Otra curiosidad era que como su marido no estaba en casa yo no podía comer dentro, lo hice fuera junto a la puerta, los niños y su mujer no paraban de sacarme cosas, la escena era maravillosa, no se puede describir con palabras. Estas experiencias son las que me van dando cada vez más energía para continuar mi viaje. Estos son solo dos ejemplos, pero era continuo con la gente que me cruzaba. Os dejo algunas fotos de distintas personas que me ayudaron por el camino de diferentes maneras. No tengo fotos de todo el mundo, pero igualmente yo les agradezco mucho su amabilidad.
Igualmente, si me encontraba a alguien con camellos, yo les pedía qué si me podían rellenar unas botellas con leche, estaba buenísima. También pescadores que me invitaban a comer una vez que habían descargado el pescado recién capturado en la lonja, o pescadores en la playa por la noche, igualmente gente que me recogía cuando hacía autostop y me invitaban a comer. Todo fue increíble.
Cambiando de tema, algo que cuando llegué a Omán nunca hubiera soñado conocer, fue la puesta de huevos de las tortugas marinas (desovación), la verdad que fue increíble. Lo primero por el tamaño de las mismas, podemos hablar perfectamente de más de un metro, lo segundo por asistir en directo a los milagros de la naturaleza, hechos que solemos ver solo en documentales en televisión. La vida de las tortugas es increíble por diferentes aspectos, por ejemplo:
. Parece ser, yo no me lo creo del todo, que el sexo la tortuga va a depender de la temperatura de la arena donde están enterrados los huevos.
. Los machos nunca salen del mar, solo las hembras salen a la playa a poner los huevos, una vez enterrados vuelven al mar, esta nunca vera a sus hijos. Una hembra dependiendo de la especie puede poner de 30 a 200 huevos. Desconozco si en el mar una hembra llega a reconocer a su descendencia y viceversa.
. Parece ser que las hembras ponen los huevos en la misma playa donde nacieron, este dato también me cuesta creerlo, desconozco hasta qué punto esto está confirmado.
. Cuando nacen las tortugas deben ir rápidamente al mar para evitar que los depredadores acaben con sus vidas. Aunque esto no quiere decir que en el mar estén a salvo, ni mucho menos. En esta primera etapa de las tortugas se las pierde un poco la pista hasta que son adultas, no hay mucha información. Las siguientes fotos no tienen mucha calidad, están hechas de noche con una linterna, pero nos podemos hacer una idea.
No podía acabar este pequeño relato sobre Omán sin nombrar a mi gran amigo Mazin, una gran persona, igual que toda su familia. Yo le conocí cerca de su oficina, yo en esos momentos estaba en ruta, me iba hacía las montañas. Mazin, una persona extrovertida, vino hacía mí y me preguntó de dónde era. Yo le dije que era español, su cara en ese momento esbozó una sonrisa, me empezó hablar en español, me comentó que estaba estudiándolo, que le hacía mucha ilusión y le gustaba mucho nuestro idioma. Nos fuimos a tomar un zumo de naranja, pasamos cerca de una hora juntos. Nos despedimos, ya no le volví a ver hasta que volví a Omán a por mi equipaje. El me invitó a su casa, estuve en casa de sus padres y con todos sus hermanos, por lo menos un mes (yo solo venía a por unas mochilas). Fue una experiencia inolvidable. Muchas gracias por todo fenómeno. Ahora se ha casado, me hubiera encantado ir a su boda, pero estaba en otro país, me era imposible ir. También me ha invitado varias veces a su nueva casa, que me quedara un mes o dos, pero ya me era muy difícil porque sigo mi camino y no me gusta volver para atrás, pero en otras circunstancias sería verdaderamente un placer. Una curiosidad, cuando un hombre se casa debe pagar a su mujer 11 000 € más o menos, dependiendo de la familia incluso bastante más. Ahora ha tenido una niña muy rica, su nombre es Hadeel. Enhorabuena amigo, un abrazo muy fuerte.
Qué envidia me das Javier.
Me alegro que estes disfrutando de tu viaje amigo!!!
Un fuerte abrazo
Antonio Serrano
Muchas gracias Antonio, estoy disfrutando, he convertido mi viaje en un estilo de vida. Estoy siguiendo mi camino
Increíble la experiencia en Omán. La ciudad antigua abandonada es sobrecogedora, parece que has viajado en el tiempo hace mil años. La parte humana del viaje también es preciosa.
Hola fenómena, sí, impresiona mucho la ciudad, está abandonada casi en su totalidad, aunque ves todavía gente viviendo allí. Es más, está pegada a la ciudad moderna . Por algunas casas pasan manantiales con aguas termales. Como tú dices es viajar mil años atrás. Con respecto a la gente, sí, sin palabras. He sido muy bien acogido en el país.
Hola Javier. Muy interesante, atractivo y bien narrado lo que muestras y cuentas. Un abrazo.
Hola José, muchas gracias, me alegro que te guste, pero no se puede transmitir todo lo que siento o experimento, muchas cosas hay que vivirlas. Un fuerte abrazo.
Hola Javier, impresionante tu historia. Vivir con esa confianza plena en la vida, sin miedo. Es tan diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en los medios de comunicación, que parece imposible que se pueda vivir así y que haya tanta bondad, tanta humanidad. Emocionante.
Un abrazo
Hola Ana, sí, es impresionante, como tú dices es muy diferente a lo que vemos en nuestro día a día. Para mi, cuanto más diferente más interesante. Yo me he sentido uno más de ellos. Un beso.