Hay otro viaje que era más bien una cuenta pendiente, cuando yo estaba haciendo la mili, solicité entonces irme a la Ex -Yugoslavia, estaban pidiendo voluntarios, era alargarla unos meses, pero me iba a sentir más útil que en el cuartel, además me pagaban. Pero mi padre me dijo “hijo, puedes hacer lo que quieras, como siempre, eres libre, pero que sepas, que si te vas me matas” no me dijo nada más. Yo le insistía, quería una explicación, pero no había más respuestas, “ya te he dicho lo que te tenía que decir”. Entonces todo se quedó ahí aparcado, intenté no pensar más en ello, yo seguí haciendo la mili, desfilé por Madríd, (me gusta los desfiles militares), seguí haciendo mi vida con normalidad.
Dicho todo esto, yo tengo claro que las cuentas pendientes, cuanto antes es tarde para resolverlas. Por ello, cuando puede me escapé para allá. El objetivo de este viaje, era recorrer las zonas más significativas de la guerra, ver a la población, sus opiniones, comprobar la relación entre las diferentes nacionalidades. Por su puesto, este viaje también a la aventura, simplemente con un billete de ida y otro de vuelta, el de ida a Budapest, y el de vuelta desde Sofía.
Después de las sangrientas guerras que asolaron el país por motivos étnicos, de religión, políticos y económicos, nos encontramos unas repúblicas en las que nadie al final ha ganado nada, han destruido su país, han perdido 200.000 vidas de seres humanos, ninguna república ha conseguido más territorio, y son más pobres. Las distintas guerras que acontecieron entre 1991 y el 2001, en el corazón de Europa, tienen su causa en problemas históricos que nunca se resolvieron, aún hoy muchos de ellos siguen sin solución, posible fuente de futuros conflictos. En este viaje he conocido gente muy amable y cordial. La gente mayor cuando sacas el tema se les van las miradas, la gente joven no recuerda nada, pero los restos de guerra, todavía en el 2012, están por todas partes como se puede observar en las fotografías. La única república que ha salido adelante y muy rápido es Eslovenia, (“la guerra de los diez días” del 26-06-1991 al 06-07-1991), incluso ha ingresado en la Comunidad Económica Europea. En contraposición tenemos a Bosnia y Kosovo, con un futuro incierto.
Hablando de Kosovo, una pequeña anécdota que me ocurrió. Yo me encontraba en Podgorica (Montenegro), y pretendía ir a Kosovo. Como saben, Kosovo es una parte de Serbia, declaró su independencia unilateralmente, independencia que no es reconocida por todo el mundo, (entre ellos España). Las relaciones entre Kosovo y Montenegro no son precisamente muy cordiales, ya que Montenegro es un aliado natural y en la realidad de Serbia.
Volviendo al principio, amanece en Podgorica, yo pretendía ir a Kosovo, pero no encontraba transporte para este destino. Por ello me fui a la estación de autobuses, allí busqué la parada de taxis. Una vez allá, estuve tanteando a los taxistas quién quería llevarme a Kosovo. Por fin encontré uno, hablamos del precio, no fue mucho para mí, y a él le mereció la pena. Este era un precio cerrado, incluía cualquier incidencia del camino, como sobornos etc.
El viaje era un día entero por las montañas, fue precioso, el entorno envidiable. Vamos parando en determinados sitios para contemplar el paisaje, ¿y por qué no?, para hacer alguna fotografía también. Igualmente paramos a comer, yo le invito, cosa que el agradece.
Por fin llegamos a la frontera kosovar, más o menos sobre la 01:00 h. Nos recibe la OTAN, dos soldados franceses nos piden los pasaportes, me ven que soy español, y me preguntan en nuestro idioma, “¿Qué hace un español por aquí y a estas horas? ” , yo les contesté, «nada, a dar una vueltecita». Nos despedimos, me desean buen viaje y nos adentramos en Kosovo en dirección Mitrovica. No había iluminación, los coches sin matrícula, pasamos otro control de la OTAN, pero en este caso no nos paran. Seguimos avanzando hasta que un control de policía local, nos manda parar. Estos no son tan amables como los franceses, nos piden también el pasaporte, registran el coche y nos piden un soborno para poder seguir el camino a nuestro destino, (cosa que yo ya pacté con el conductor, se encarga él de todo).
Seguimos nuestra ruta, llegamos a la primera ciudad importante, entramos en Mitrovica, en esta ciudad sufrimos un pequeño incidente, o mejor dicho, un pequeño intento de agresión, nos lanzaron unas cuantas piedras al coche. El conductor viendo que la cosa se complica, decide llamar a un amigo suyo de Kosovo, para que sea él quien termine de llevarme a Pristina, me dice que es peligroso intentar seguir con un coche de Montenegro. Nos encontramos con su amigo en un punto concreto de la ciudad, hacemos los saludos pertinentes, no he hecho más que cambiar las mochilas, cuando nos vuelven a llover piedras, no sé si los mismos o no, estaba bastante oscuro, pero el caso es que mis mochilas se van por un lado en un coche, y yo con mi amigo montenegrino, en otro coche. Cuando les hemos conseguido perder, nos volvemos a llamar y quedamos en otro sitio.
Finalmente nos encontramos de nuevo, esta vez si conseguimos hacer el cambio de coche tranquilamente. Mi amigo y yo nos fundimos en un abrazo, fueron 24 horas espectaculares. Seguramente ya no nos volvamos a ver, pero lo que vivimos juntos, fue tan intenso, que no se puede comparar ni tan siquiera con la relación que tienes con muchos conocidos que te estás viendo todos los días. ¡Un abrazo muy grande Fenómeno!
Cambiando de tema, también me echaron en cara que España no reconocía a Kosovo. Yo les explique, la coherencia de España en sus actos, que nosotros tenemos también algunos problemas secesionistas, y es más, independientemente, no podemos reconocer a Kosovo con una declaración de independencia unilateral, cuando contraviene la resolución 1244 de del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del 10 de Junio 1999. Si hubiera un acuerdo entre Serbia y Kosovo, España reconocería a esta última.
Esta foto me encanta, de izquierda a derecha, servia musulmana, serbia cristiana, bosnia musulmana y serbia critiana.
Las primeras fotografías (vienen indicadas en el pie de foto de cada una) son de Vukovar, (una ciudad croata fronteriza con Serbia), los restos de la guerra, aún perduran en el 2012 por todas partes.
Murieron unas 1.600 personas, 800 desaparecieron y 42.000 tuvieron que exiliarse de la ciudad. Vukovar es conocida también por la ejecución de 200 personas heridas del Hospital. Las viviendas no son reformadas, sino que son parcheadas, (las que tienen suerte). La verdad que son fotografías que impresionan, una de ellas es de una escuela (también lo indico). No se respetaba nada.
En las fotografías también podemos ver edificios de Belgrado bombardeados por la OTAN, en mi opinión, siguen sin reconstruir, para mostrar al mundo que el centro de sus ciudades fueron bombardeadas por la OTAN.
Otro punto que muchas veces no somos conscientes, es que en las guerras, aparte de las muertes (asesinatos), y atrocidades que comenten unos contra otros, existen las penalidades diarias de vivir sin agua, luz, alimentos, etc, es decir, el intentar sobrevivir día a día. Encima, en esa lucha diaria, te pueden llevar por delante. Las prioridades de una sociedad en guerra cambian drásticamente. Sarajevo en 1984 celebraba los juegos olímpicos de invierno, unos años más tarde quedaría destruida por la guerra.
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